domingo, 6 de noviembre de 2011

ENTREVISTA EN EL SUPLEMENTO CULTURAL DEL PERIÓDICO MEDITERRÁNEO. 06/11/2011



DIEGO AMELA
 Un narrador visual
Entrevista por Éric Gras


La vida da muchas vueltas. El funcionamiento de este proceso no venía con instrucciones, de modo que es bien fácil decir que te extraña y sorprende al mismo tiempo. No sabemos muy bien cómo ni porqué, las amistades se pierden durante el recorrido. Todo viene dado por ese acto llamado “elección”. Unos vienen y otros se van, de acuerdo a sus principios, sus sueños y metas. Me enorgullece decir que un amigo mío, un compañero de batallitas adolescentes, se trasladó primero a Valencia y luego a Barcelona para hacer lo que mejor sabe: narrar historias. Lo suyo es el formato visual, el mundo del cine. Sin embargo, la necesidad de expresarse con letras siempre ha estado presente en su ser. Hablamos de Diego Amela Chiva, ganador del V Premio de Relato Corto del Ayuntamiento de Castellón. Sin más, debo decir que me llevó una alegría inmensa retomar el contacto perdido y poder entrevistarlo.

Cuadernos: Primer Premio del V Concurso de Relato Corto del Ayuntamiento de Castellón con ‘El trabajo’. ¿Sorpresa?
Diego Amela: ¡Por supuesto! No es la primera vez que participo en un concurso de estas características y, hasta el momento, no había tenido suerte. Cuando me llamaron para notificarme que había ganado reaccioné respondiendo un “Ah... qué bien” que sonó un poco tonto y seguramente delató mi incredulidad inicial. Pero la verdad es que estoy muy agradecido. Un reconocimiento así es muy satisfactorio y te aporta el empuje necesario para seguir escribiendo.

C: ¿Desde cuándo dejas volar tu imaginación a través de las palabras?
D. A.: Hasta donde puedo recordar, siempre me han interesado las historias. Mi abuela siempre me dice que, cuando era muy pequeño, escenificaba pequeñas historias frente a mi familia. Eran grandes montajes teatrales que me inventaba y en los que interpretaba a todos los personajes. Una vez aprendí a escribir y a construir frases con sentido comencé a tomármelo más en serio. Ahora recuerdo con especial cariño una tentativa de escribir una saga de relatos de ciencia-ficción. Finalmente, solo escribí dos, uno era un plagio de ‘Alien’ y el otro estaba basado en un capítulo de ‘Los guardianes de la Galaxia’. Por supuesto eran trabajos muy sencillos, a fin de cuentas solo era un crío, pero por aquel entonces ya tenía el gusanillo de la escritura.

C: ‘El trabajo’ es una historieta detectivesca, ¿qué podrías decirnos de ella?
D. A.: Aunque parezca increíble no soy un gran lector de novela negra. Sin embargo sí que soy muy aficionado al ‘filme noir’. La influencia de películas como ‘El halcón Maltés’, ‘El sueño eterno’ o ‘Chinatown’ son evidentes en la historia. Todas estas películas comparten unas pautas estilísticas, temáticas y argumentales propias del género negro que yo intenté incluir en el relato para jugar con ellas. Lo que pasa es que, al final, no solo es un homenaje al género, sino también un ejercicio metanarrativo que es el resultado de mi obsesión por la génesis y construcción de historias como el complejo mecanismo que son. En este aspecto, a las anteriores referencias incluiría al inefable Borges o a Paul Auster. Y que conste que nombro estos referentes con la mayor humildad. ¡Ah! Y hay otro guiño en el final del relato a un episodio genial de ‘Los Soprano’ en el que Toni le hace una pregunta a la Dra. Melfi y ella también responde con un inesperado y rotundo “No”.

C: Desde que tengo uso de razón has sido un amante del celuloide, ¿hasta qué punto su in- fluencia en tu escritura?
D. A.: Como puedes ver la influencia es total. Me encanta el cine y además mi educación se ha centrado sobre todo en el campo audiovisual. A la hora de escribir, mis referentes pueden ser tanto literarios como cinematográficos, pero bueno, aunque cambie el formato el objetivo es el mismo: contar historias. Sí que es cierto que estoy más acostumbrado a escribir guiones para cine o televisión que literatura y eso me convierte en un escritor muy visual. Lo que voy a escribir lo imagino en mi cabeza como si fuese una escena y lo narro, permitiéndome de vez en cuando alguna licencia literaria para reforzar sensaciones. La escritura de guión es muy estricta en lo referente al estilo: solo puedes describir espacios o acciones y la economía de palabras es casi un dogma. En el estilo literario la libertad es casi infinita, pero por supuesto necesita mucha práctica, más cuando estás acostumbrado a estar tan encorsetado.

C: Un castellonense en Barcelona. ¿Es difícil la supervivencia?
D. A.: Te mentiría si te dijese que no. Por supuesto, es una ciudad más grande y hay más po- sibilidades, pero claro, también hay muchísima más gente. No obstante, para alguien que quiere dedicarse al cine o, sencillamente, contar historias en formato audiovisual, Madrid o Barcelona son destinos lógicos debido a que hay más industria. De todas maneras, este es un trabajo precioso, pero también es muy complicado encontrar una estabilidad. Intento no decaer. Tengo algunos pro- yectos que espero vean la luz pronto. Despacito y con buena letra que se suele decir.

C: Director de cortometrajes, guionista, crítico de cine, creativo... ¿Podría decirse que buscas nuevas formas de contar historias?
D. A.: ¡Yo no diría tanto! Creo que solo soy alguien que quiere contar historias. Pero el mundo está cambiando muy deprisa y los espectadores de hoy tienen poco que ver con los de antes. Internet, redes sociales, dispositivos móviles, plataformas multipantalla, etc. Gracias a las nuevas tecnologías las últimas generaciones están acostumbradas a percibir información por muchos canales y todo al mismo tiempo. Probablemente ya no tienen paciencia para ver ‘Casablanca’ --lo cual me entristece--, pero pueden comprender otras estructuras narrativas que a nosotros nos resultaría más complicado. Ahora puedes frag- mentar y esparcir un macrorrelato a través de muchos canales y el espectador puede encontrarlos y decodificarlos, añadiéndolo a su experiencia narrativa. Como la serie ‘Perdidos’, en la que no solo tenías que ver la serie, sino entrar en blogs, consultar la ‘Lostpedia’, jugar al videojuego, rastrear información escondida. La verdad es que se está abriendo un nuevo abanico de posibilidades muy estimulante que los narradores de historias tenemos el deber de explorar. 





















2 comentarios:

  1. Pedazo entrevista! Un crack el entrevistador, ¿no crees? Jejejeje. Un abrazoooo

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  2. ¡Ese Éric estrenando la sección de comentarios de mi blog! Éxito rotundo de la entrevista my friend. Mi madre no cabe en si de puro gozo. En serio, muy chula. Está confirmado que, para esas cervecillas pendientes, invito yo.

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