jueves, 12 de enero de 2012

DRIVE, de Nicolas Windign Refn

LA NATURALEZA DEL ESCORPIÓN


En la escena que da inicio a Drive escuchamos como el protagonista (Ryan Gosling) explica con minuciosidad, en una formula ya memorizada por la costumbre, su estricto modus operandi como conductor a sueldo: “Durante cinco minutos soy tuyo. Un minuto antes o un minuto después, no cuentes conmigo”. Un caprichoso código de honor que vertebra la moral individualista de figuras ya extintas, como el ronin del Japón medieval o el forajido del western. Y también aquí observamos por primera vez el signo que identifica al conductor: el escorpión dorado, bordado en la espalda de su chaqueta. Un icono inseparable de su portador, como una marca grabada a fuego en la piel y que define al personaje: taimado, impredecible, peligroso… fascinante y exótico. Una fuerza arquetípica sin nombre propio, definida por el acto de la conducción que no sólo remite a aquél otro driver (Ryan O´Neal) que daba título a la película de Walter Hill, sino a una tradición que pasa por el detective taciturno del noir o el “hombre sin nombre” del spaghetti-western. “Héroes” a su pesar que acometen grandes hazañas únicamente por ser fieles a sus propios principios.

En un momento del film, el mafioso que encarna al villano de la función (interpretado por un inusitadamente brutal Albert Brooks) rememora su época como productor de películas de serie B: “Hacíamos películas de acción con un toque sexy. Un crítico dijo que eran películas europeas”. Pese a que el mismo personaje las acabe definiendo como “una mierda” (reflejo de la filosofía pragmática del delincuente), podemos detectar una clara analogía con Drive: Una pieza de género, argumentalmente clásica, arrobada por la pátina vanguardista de un director danés. El estilo de Nicolas Winding Refn, estilizado y de cromática radiante, se desmarca del retrato realista para construir una pieza llena de lirismo y sensualidad, un tributo a la erótica de la violencia, del héroe solitario, de la urbe nocturna y las criaturas que la pueblan.

Así, con un lúcido compromiso con la genealogía de textos que la constituyen, Drive se presenta como una fábula romántica y ultraviolenta que Winding Refn reivindica con brillantez. El conductor oscila siempre entre el cielo y el infierno, entre la caída y la redención: lo observamos en el encuentro final entre el protagonista y el mafioso, con ese montaje paralelo entre la serenidad satisfecha del rostro de Gosling y la escaramuza en el aparcamiento o en la ya mítica escena del ascensor, con ese beso (de despedida) suspendido en el limbo, que deriva en un truculento estallido de violencia hiperrealista.

Y, de nuevo, obedeciendo a la naturaleza mítica del personaje, la fábula acaba convirtiéndose en tragedia, porque ese infierno que amenaza constantemente al protagonista no es otro que su propia naturaleza. Nada impide que el conductor abrace esa nueva vida idílica por la que ha luchado y matado (representada en esa imagen bucólica que comparte con la vecina y su hijo), salvo su propia esencia de animal violento y solitario. De criatura extinta de carreteras polvorientas. Un ser condenado por la naturaleza del escorpión.

2 comentarios:

  1. Una película muy interesante/recomendable. Acción trepidante, en un thriller preciosista que consigue pegarte a la butaca/silla/sofá durante 101 minutos sin (como su protagonista) apenas parpadear. Una emotiva historia de amor que te transporta a la idealizaciones románticas de la adolescencia.
    Una buena película, sí señor...buena...no excelente, porque:
    Mi principal crítica negativa a la película sería que no termino de creerme a ninguno de los personajes. Lo sé, es un cuento moderno, y como tal hay que conceder ciertas licencias, pero no creo que eso sea excusa (no, insisto, si lo que pretendemos alcanzar es el grado de "excelencia"...y creo que esta película lo pretende).
    No me creo el súbito enamoramiento de la chica, tan ingenuo, tan adolescente. No al menos sin aceptar que ella es una "cría" consentida que no atiende a las consecuencias,nya que su marido está a punto (eso debería saberlo) de salir de la carcel. Ya casi en el desenlace, en la preciosa escena del ascensor, no termino de creerme la reacción de la muchacha ante la brutalidad de su "nuevo noviete"...veo sorpresa y disgusto, pero creo que en ese momento deberíamos ver terror, o shock nervioso...no sé, algo más.
    Tampoco me creo que el marido de la muchacha acepte, con la facilidad con la que lo hace, la relación entre "su chata" y el "amistoso vecino".
    No me creo que el "mecánico amiguete" sea tan estúpido de revelar el paradero del prota a "los malos" sin darse cuenta de lo que está ocasionando.
    Pero, sobre todo, no me creo al protagonista.
    ¿Por qué esa insistencia en ayudar al marido de su amada?
    ¿Por qué no coger el dinero, cuando ya lo das todo por perdido y lo que te espera es una vida de huída? Conseguimos una escena muy bella...pero no me lo creo.
    Rectifico, no es que no me lo crea, claro que todas esas situaciones son factibles en la vida real. Quizás lo que eche de menos es algo más de profundidad en los personajes. Creo que la película se pierde en una estética (tremendamente bella y cuidada) olvidando contar una historia de personas reales, y quedándose en poco más que unos estereotipos.

    Pero después de toda esta rajada quiero volver a mis primeras palabras, que también fueron mis primeras sensaciones al ver la película: se trata de una apasionante película capad de intrigarte y mantener la tensión, además de emocionarte con bellas y líricas escenas. Una especie de western moderno de lo más recomendable.

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  2. Ese Xavi!! Gracias por generar un poco de debate amigo, aver si así la gente se anima. Primero de todo me referiré a tu opinión de que la película busca el grado de excelencia. ¿Se busca la excelencia cuando se crea una obra artística o (poniéndonos menos grandilocuentes) una película? Yo creo que la excelencia es algo que se encuentra al final del camino y son os espectadores los que la califican como tal. Al ver una película (y creo que al realizarla también) deseo que sea honesta y coherente con su premisa y creo que DRIVE utiliza todos los recursos cinematográficos disponibles para crear un texto no sólo coherente, sino también novedoso y único. Abrazando la tradición del "héore solitario", adapta el icono al thriller urbano contemporáneo rodeándolo de la elegancia y el misterio que la figura merece sirviéndose de un lenguaje que hace años que no vemos en una pantalla de cine.

    Y los problemas que enumeras, a mmi personalmente no me sustrajeron en nigún momento de la narración, ya que no esperaba un retrato realista. ¿Acaso son creíbles carácteres como el del "hombre de la armónica" de HASTA QUE LLEGÓ SU HORA o el del Sam Spade de EL HALCÓN MALTÉS (o el samurai anacrónico de GHOST DOG, recordando que te pirrabas por esa peli)? ¿Y son por ello menos disfrutables? Sí, son figuras arquetípicas, pero tiene que serlo para convertirse en mitos. Y, que diantres, mola mucho que se comporten como nadie en el mundo lo haría.

    Bueno, se abre la veda. ¡Directos a la yugular muchachos!

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