jueves, 2 de junio de 2011

DESTINO OCULTO de George Nolfi

LO QUE PODRÍA HABER SIDO

Matt Damon huyendo despavorido, misteriosa conspiración urdida por hombres con sombrero y puertas mágicas que te conducen a cualquir punto del planeta. Destino oculto parecía tener suficientes ingredientes para convertirse en un digno neo-thriller laberíntico de los que sales con más preguntas que respuestas. Pero sólo lo parecía. Enésima adaptación a la pantalla de un relato de Philp K. Dick, la película de Nolfi se suma a la prolija lista de mediocres cintas basadas en la obra de este excelente autor (Asesinos cibernéticos, Next o Paycheck por nombrar algunas) frente esas otras grandes que, como nerds románticos, recordamos con cariño y nostalgia (Blade Runner, Desafío total... sic).

Pese a su pretendida grandilocuencia, Destino oculto resulta una película anodina con cierto aroma a desgastado deja vu. Vayamos por partes: Como principal síntoma, la historia tarda en empezar y el misterio, principal aliciente de la historia, se desvela muy pronto. Se nos presenta al personaje, un prometedor político (Damon) que ve su carrera truncada por un escándalo. Y luego nos presenta a la chica del drama, en una larguísima escena junto al protagonista que nos perfila, así de golpe, el fuerte vínculo que va a unirles y los tremendos conflictos que ello acarreará. Y éste es sólo el primero de una sucesión de encuentros torpes, dilatados y totalmente carentes de emoción entre la pareja protagonista. Lo dejamos pasar, porque claro, no hemos pagado la entrada de un melodrama. Pero más tarde, cuando los hombres misteriosos con sombrero aparecen (con un fantástico John Slattery a la cabeza, el único que parece tomarse todo aquello con la seriedad que se merece, es decir ninguna) desvelan su misterioso cometido y ahí si que se acabó la fiesta. A partir de este punto ya sólo queda esperar que la pareja pueda unirse a pesar de las contingencias y, sinceramente, la película no nos ha ofrecido nada para que esa unión nos importe lo más mínimo.

El resto empieza a caer por sus propio peso. Las urgencias y conflictos son de risa, propias de una mala comedia romántica ("Tengo que encontrar a la chica antes de que se case con el hombre equivocado", ays) y la mayoría de elementos saben a cliché (la supuesta teología del "Departamento de ajustes" y como trabajan, así como sus debilidades). En resumidas cuentas, hacia el tercer acto de la película todo te parece una bizarra mezcla de Dark city y Novia a la fuga.

Pero aún así esperas, preguntándote con que ingenioso final te sorprenderá la película. Y en efecto, te sorprende. Deus ex machina y moralina final. Una pena. Esta película parecía tantas cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario